La arena para construcción es un tipo de agregado fino o árido que se utiliza para fabricar hormigón, concreto y mortero; se compone de partículas de rocas trituradas que pueden ser muy pequeñas y finas o un poco más grandes dependiendo del uso para el que sea destinada.
La arena fina se utiliza para la mampostería y aplanados, mientras que la arena gruesa que se mezcla con gravilla se utiliza en la industria de la construcción para fabricar pisos o como parte de la cimentación ya que tiene la cualidad de reducir las fisuras que aparecen en la mezcla al endurecerse.